NATACIÓN
Ana Moreno: Los nervios, en muchas ocasiones, son necesarios, te hacen estar activo y concentrado
Ana Moreno, nadadora del Club Natación Cáceres Los Delfines

Fotografía de Álvaro Vázquez
REDACCIÓN |
Raúl bonilla
24/04/2020
¿Cómo fueron tus inicios en la natación?
A mi desde pequeña siempre me ha gustado el agua, creo que no podíamos ir a ningún sitio de vacaciones en el que no hubiese una piscina o, en su defecto, la playa. Por eso, mis padres decidieron que lo mejor era que aprendiese a nadar cuanto antes, y me llevaron a clases de natación. Creo que nunca llegaron a imaginar hasta donde llegaría, y que esa actividad que ellos consideraban necesaria pudiera llegar a convertirse en una parte fundamental de mi vida. Cuando empecé lo pasaba mal porque no sabía ni tirarme de cabeza, pero poco a poco le fui cogiendo cariño. Después llegó el momento en el que tuve que dejar de comer muchos alimentos, debido a múltiples alergias, y todo se hizo un poco más cuesta arriba, no tenía ni fuerza ni energía para entrenar bien, pero supongo que la ilusión y el gusto que me daba entrenar me hacían seguir adelante; y a medida que me fueron introduciendo alimentos en la dieta, esa niña débil y flacucha fue ganando fuerza y consiguiendo los resultados que tanto tiempo había deseado.
¿Qué fue de entrada lo que más te atrajo de este deporte?
Al principio era algo que me gustaba porque sí, de pequeña siempre tuve el deseo de poder volar, y me di cuenta de que en el agua me sentía de la misma forma. Pero después he ido descubriendo todo lo que hace de este deporte algo tan bonito, y es que, aunque sea un deporte individual, el equipo es imprescindible, es lo que te hace seguir siempre hacia delante, y además es un deporte con el que se aprende a darlo todo y a que solo con esfuerzo y constancia se logran los objetivos.
¿Recuerdas cuál fue tu primera competición? ¿Cómo fue?
Mi primera competición fue cuando aún no estaba ni el Los Delfines, yo estaba en las Escuelas Municipales y fue una competición en Cáceres, donde conocí a las que luego serían mis amigas y compañeras de equipo cuando entré a formar parte del club. Recuerdo los nervios y a la vez las ganas de competir por primera vez, y los ánimos de mis padres desde la grada, esos que nunca se han apagado, por mucho tiempo que haya pasado.
¿Cómo te sentiste al acudir a tu primer Campeonato de España?
La verdad es que me costó bastante conseguir las mínimas para ir a mi primer campeonato de España, así que tenía mucha emoción por ir, pero una vez allí me sentí desubicada, sentía que todas las chicas que estaban allí eran mejores que yo, y no sabía muy bien qué hacer en cada momento. Pero al final acabé disfrutando muchísimo, conocí a personas con las que más tarde compartiría incluso pódium, y que al final son una alegría verlas en cámara de salida antes de nadar tu gran prueba, y me demostré a mí misma que podía nadar entre las mejores de España.
¿Cómo llevas la tensión y los nervios los instantes antes de cada prueba?
Creo que es algo que cada vez controlo un poco mejor. Normalmente lo que más me calma es hablar con las compañeras que están en cámara de salida esperando a nadar la misma prueba que yo, creo que son los momentos en los que más confianza adquieres con los demás nadadores y al final entre todos surge un poco de ánimo antes de nadar. De todos modos, también creo que los nervios, en muchas ocasiones, son necesarios, porque te hacen estar activo e incluso concentrado, y es la señal de que te importa lo que vas a hacer a continuación.
¿Cuál crees que ha sido tu mejor competición? ¿Y la peor?
Mi mejor competición, sin duda, fue cuando gané mi primer oro en el campeonato de España de Málaga. Había entrenado muchísimo y, sin embargo, cuando llegué allí el primer día me encontraba fatal nadando, no agarraba agua, no estaba rápida, pero llegó el día en el que nadaba el 50 libre y todo salió bien, mucho mejor de lo esperado. En mi mente tenía grabado cada segundo de la prueba y creo que esa confianza fue la que me hizo subir al pódium.
Mi peor competición, por el contrario, fue la copa de Extremadura del año pasado, nunca me había sentido tan agotada; había estado con problemas para entrenar las últimas semanas y llegué a la competición sin fuerzas para aguantar todas las pruebas que tenía que nadar, y acabé por subir bastante los tiempos de todas ellas.
¿Cómo es tu rutina de entrenamiento?
Hasta esta temporada mi rutina era de más de 20 horas semanales, entre agua y seco, repartidas entre seis días, de los cuales doblaba entre 2 y 3. Sin embargo, este último año ha sido un poco diferente, he tenido que cambiar bastante mi rutina porque la piscina de la Ciudad Deportiva me provocaba crisis asmáticas continuas, no podía acabar los entrenos. Tuve que dejar de doblar, aunque iba algunos días por las mañanas, pues el ambiente de la piscina estaba menos cargado; intentaba ir a la piscina de la facultad, pero entrenar sola también se hace duro; cambié los entrenos por otros más cortos, de velocidad específicamente; y por último, hacía mucho más seco, para suplir todo lo que no podía hacer en el agua.
¿Cómo valoras tu grupo actual de entrenamiento?
Este año mi grupo de entrenamiento era bastante reducido, la mayoría de días entrenaba sola y, a excepción de los sábados -los días en los que entrenaba con más gente- éramos cuatro personas, pero han sido mis circunstancias personales las que han causado el no poder entrenar con el resto de mi equipo, cosa que me hubiese encantado. De todas formas, he estado entrenando con personas como Rodrigo Corriols y David Puertas, que siempre tienen ganas de darlo todo, y al final hacen que tengas más ganas de entrenar. Y en cuanto a Corcho, bueno, siempre ha buscado la forma de que pudiese entrenar aunque las condiciones fuesen muy complicadas y ha sabido confiar en mí cuando ni yo lo hacía, creo que eso no se lo podré agradecer nunca lo suficiente.
¿Qué importancia tiene para ti una buena alimentación? ¿Sigues alguna guía/dieta?
Creo que una buena alimentación es fundamental para un deportista. Todo tiene que estar adaptado un poco a los entrenamientos de cada día, porque al final es lo que te da energía para poder aguantar el esfuerzo diario y te mantiene en la mejor condición física para poder darlo todo. Yo siempre he mantenido una dieta y he podido confirmar lo importante que es.
¿Te has planteado alguna vez practicar otros deportes a nivel también de competición?
De pequeña me hubiese gustado practicar atletismo, pero no llegué nunca a apuntarme a ninguna clase porque con la natación ya tenía bastante, así que no he llegado a plantearme ningún otro deporte a nivel profesional porque hubiese sido bastante complicado compaginarlo con la natación.
¿Cómo estás llevando las limitaciones de entrenamiento durante esta cuarentena?
La verdad es que es difícil, hago todos los días un poco de ejercicio, lo que nos van mandado desde el club, pero obviamente no puede acercarse a lo que hacíamos antes de la cuarentena. Yo no tengo bici ni cinta con las que hacer algo de trabajo aeróbico, pero de alguna manera se suple con otro tipo de ejercicios. Ahora las garrafas y las gomas han sustituido a las pesas, con lo que la condición física no es la misma que antes. Además, siempre cuesta un poco más hacer ejercicio solo que acompañado, y la motivación no es la misma, pero siempre se puede encontrar un hueco para hacerlo.
¿Tienes algún referente dentro de este deporte? ¿Y en otros?
Como referente tengo a Lidón Muñoz, es una gran nadadora, y haber nadado a su lado me ha hecho posible conocerla un poco más, y me parece una chica súper humilde y muy simpática, algo que me hace admirarla aún más que por sus impresionantes méritos deportivos, que son innumerables.
¿Qué dirías que te ha aportado el deporte a tu vida a nivel personal?
La verdad es que no conozco una vida sin deporte, así que supongo que es ya parte de mí, me ha hecho ser quien soy. Me ha enseñado a resistir hasta límites insospechados, a luchar por lo que más quiero aunque ello conlleve dejarse el aliento en el camino; me ha demostrado que todo puede cambiar en un instante, que un día puedes estar arriba y al siguiente abajo y viceversa; me ha enseñado lo que vale una centésima, pero también lo que vale un abrazo de un compañero o la palmadita en el hombro de tu entrenador, me ha hecho valorar a las personas que me rodean y a aprender que todos ellos son parte de cada logro que he ido acumulando.
¿Hasta dónde te gustaría llegar en tu carrera deportiva?
No sé lo que me deparará el futuro, este es un año decisivo y aún no sé qué va a pasar, solo espero poder seguir nadando y, al menos, disfrutando de lo que más me gusta, sólo entonces sabré hacia dónde puedo y quiero continuar.
PUBLICIDAD




PUBLICIDAD
Noticias Relacionadas